
Mini biografía y pensamiento
Cuando era un niño de 8 años, me dedicaba a observar el cielo nocturno y maravillarme al penetrarlo. Tenía una estrella preferente con la que me comunicaba unidireccionalmente, ya que nunca escuché desde ella respuesta alguna a mis preguntas.
Mi diálogo básico giraba en saber que ella y yo éramos parte de un mismo cuerpo de dinosaurio enorme. Cada noche yo le decía a mi amiga cósmica “Tú y yo somos lo mismo, formando parte de este gran dinosaurio, solo que en esta vida hacemos cosas distintas”.
El paso de mi vida en el tiempo, no hizo más que confirmar que esto es cierto, salvo que quizá, el cuerpo no sea de dinosaurio. Así lo dice la teoría del Qi, además de tener una fuerte justificación desde los principios cuánticos de la existencia.
Algo que me maravillaba tanto como el Universo, eran las creencias del humano tipo.

Creencias como que estamos solos en la inmensidad del universo, que la inteligencia es potestad del ser humano, en una constante comparación desde la superioridad respecto a otras especies, me hablaban del peligroso e irracional mundo que iba a habitar y para eso necesitaba estar bien preparado.
Una ventaja era el haber nacido en una familia corta, solo con padre y madre Cuatro años después, llegó una hermana adoptiva. Mi padre era marino de profesión, por lo que lamentablemente no lo disfruté en mis primeros años y mamá trabajaba durante casi toda la jornada. Ello me permitió generar mi vida con mis convicciones particulares dese la base, ya que no tuve mucha influencia de mis adultos cercanos
Como autodidacta de la vida, me permití en mi juventud la sensación de no pertenecer a aquí. Sentía muchas veces que mi entorno era algo increíble, fabuloso, incomprensible “Quiénes eran esas personas, de dónde salieron repentinamente, ¿qué era el vehículo que manejaba? etc., eran preguntas frecuentes en mí, percibía que yo era un “algo” habitando un cuerpo.
Por supuesto esa auto percepción no la podía compartir con muchos a mis jóvenes 18 años.
Al día de hoy, esa sensación está amplificada por mil. Hoy esa es mi realidad base. Esto es dicho desde múltiples experiencias vitales y no de lecturas sobre experiencias ajenas. Si bien el aprendizaje por lectura o aprendizaje por referencia es válido, carece de la información proveniente de la propia emoción.
En apoyo de lo anterior, hoy contamos para reafirmar la trascendencia, con conocimientos que van desde los principios de mecánica cuántica, hasta las viejas culturas ancestrales, sin nombrar a los miles de casos relatados por personas que se enfrentaron a experiencias cercanas a la muerte y que nadie aún ha podido explicar
Ese sentido de trascendencia es el que apuntala a mi vida, y esa es la primera pregunta a responder: ¿Soy un ser finito, cuya vida se acaba en la muerte, o un ser que la trasciende ?, ¿qué me define ?, ¿mi cuerpo o mi consciencia ?, ¿y eso, a qué me habilita?
En lo personal me habilita a vivir con un horizonte de tiempo infinito, y en hacer a la evolución de mi Conciencia mi propósito de vida. Sin prisa, relajado, en un mismo sentido -
Ese es el origen de ConQiencia.